HGO . Maclino

CONCURSO DE INTERVENCION EN EL ENTORNO DEL CASTILLO . ALCAUDETE


HGO Oficina de Arquitectura . Irene Maclino Navarro

Su importancia radica en encontrarse en la confluencia de rutas comerciales de intercambio que comunicaban las tierras bajas de la campiña jiennense con el poniente granadino.










JAEN FORTIFICADA, ENCRUCIJADA DE CAMINOS
En su territorio se concentra el mayor número de castillos de Europa. Se estiman en cuatrocientos los elementos defensivos que contiene, aunque de ellos se conocen o conservan sólo la mitad.
Definían fronteras en un sentido polivalente, “desde poético hasta violentamente prosaico, natural o divino, histórico o atemporal”.
Constituyen los límites que relacionan y separan unidades distintas y forman espacios de carácter transicional, al no ser simples líneas imaginarias, estáticas e impermeables sobre un mapa. Son límites de ruptura entre dos entidades y a su vez, áreas en las que se establecen relaciones vitales –culturales, económicas, políticas, sociales,….- entre las sociedades que sustentan divergencias ideológicas en términos de identidad étnica, noción religiosa, lingüística y política.
En Alcaudete se plasma ese mismo escenario. El concepto de frontera y la necesidad de defensa y conquista del territorio, como dos caras de la misma realidad, han marcado la vida de la villa y de sus pobladores. Su paisaje es una realidad compleja “integrada por componentes naturales y culturales, tangibles e intangibles, cuya combinación configura el carácter que lo identifica como tal, por ello debe abordarse desde diferentes perspectivas”. En él se concentra un legado natural, cultural e histórico. La visibilidad de su territorio se presenta como infinita.
Su valor como fuente de información es destacable. Su paisaje es una herencia cultural que hay que conservar. Su imagen es el resultado de toda su trayectoria histórica y de su continua evolución. Se manifiesta de manera inmediata como un testigo tangible e intangible, directo y presente, de las actividades humanas a lo largo de la Historia.
El valor de identidad y el simbólico también están presentes. El paisaje es reflejo de la identidad y de la propia evolución histórica de su pueblo.
El paisaje surge como manifestación externa del territorio pero es interpretado de forma diferente. El valor artístico del mismo se expresa en la materialidad de cartografías e iconografías a través de dibujos, pinturas, grabados, fotografías, planos,…. Estos instrumentos de representación se refuerzan con escritos sobre descripciones de esos mismos lugares aportando la información que el ser humano divisa de su entorno a partir de sus capacidades multisensoriales.
Es un recurso de aprendizaje y educación para la sociedad. Utilizar el paisaje para llevar a cabo labores educativas, patrimoniales y medioambientales puede ser una práctica muy recomendable y sostenible.
Su valor histórico y arqueológico es incuestionable. Se trata de un espacio cargado de información del pasado. Las huellas de la evolución humana sobre el territorio están presentes debido a su valor geoestratégico en el dominio sobre el horizonte. Es la clave fundamental para entender su articulación y transformación como proceso acumulativo a lo largo de los tiempos. El paisaje no siempre ha sido tal y como lo contemplamos, es por ello que todo el pasado inunda el lugar de una identidad propia. Siempre condicionada por su peculiar topografía, que perdura.

La responsabilidad que implica actuar en un ámbito con gran carga histórica y con una amplia gama de valores acumulados como el que nos ocupa, hace de la estrategia de intervención la parte más importante y delicada del proceso propositivo. Como no puede ser de otra manera, el camino lo marcan las preexistencias: el diálogo permanente que establece el castillo con el territorio o la simbiosis casi natural que surge históricamente entre las casas-cueva y la ladera que las cobija.
Precisamente dicha carga histórica en un lugar ocupado casi por completo al menos hasta bien entrado el siglo XVII, según documentación consultada, hace que sea probable la necesidad de realizar actividad arqueológica en la zona, previa a levantamiento/movimientos de tierras y un estudio exhaustivo de la zona a intervenir con metodología arqueológica, previa solicitud de autorización de la actividad por parte del equipo al Servicio de Investigación y Difusión de la Dirección General de Bienes Culturales, planteando la posibilidad de hacer los restos visitables/visibles en función de la envergadura y grado de conservación de los mismos.
Detectamos, por tanto, unas determinadas cotas que son susceptibles de brindarnos el acomodo necesario para establecer en ellas plataformas adaptadas al escarpe, donde mirar tanto al paisaje infinito del olivar como al castillo y al pueblo, al encontrarnos en cotas intermedias a ambos.

COAUTORES
HGO Oficina de Arquitectura + Irene Maclino Navarro


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